No recuerdo la hora, pero estaba dormida de madrugada y empecé a soñar un sueño, muy duro, porque veía yo que había unos hombres, con unos trajes como de soldados romanos, que traían lanzas y espadas, y tomaban y le preguntaban a las personas, ¿Usted de dónde viene? Y decía yo soy de esta iglesia y lo tomaban, y había una especie como de remolino de agua.
Y tomaban a las personas y allí las aventaban, pero así a lo alto, yo venía un pueblo que estaba vestido de blanco y en medio de ellos, estaba el apóstol Naasón Joaquín…